La osteoporosis es una de las enfermedades en la cual encontramos multitud de mitos y falsas creencias, quizá porque hasta hace apenas unos años no se le consideraba como una enfermedad, o tal vez porque no presenta síntomas hasta que es demasiado tarde y te has fracturado un hueso. Existen diversas opciones de tratamiento disponibles, ya sean orales con una periodicidad diaria, semanal o mensual o bien inyectables, con una periodicidad trimestral o anual. Pese a esto, muchas son las personas que no consultan a su médico sobre la mejor forma de cuidar sus huesos.

Mitos sobre la osteoporosis

“El calcio evita la osteoporosis”

El calcio es un mineral beneficioso para nuestros huesos, sin embargo por mucho calcio que se ingiera no nos servirá, por sí mismo, para evitar la pérdida de masa ósea. Será necesario tomar un tratamiento a largo plazo.

“El encorvamiento no se puede evitar”

Al contrario de lo que mucha gente piensa, el encorvamiento y la pérdida de estatura no son consecuencia de la edad, más bien, por lo general, son consecuencia de una osteoporosis que ha provocado multitud de fracturas. Gracias a un buen tratamiento podremos evitar que eso ocurra.

“Es consecuencia de la edad, no se puede hacer nada”

La pequeña cantidad de estrógenos producidos por la mujer a partir del periodo menopáusico puede favorecer la aparición de osteoporosis. No obstante, es una situación que puede prevenirse sin problemas.
Huesos osteoporosis

“Se puede curar”

Lamentablemente, esta enfermedad no se puede curar, pero se puede llegar a frenar la pérdida de masa ósea con un tratamiento adecuado que se siga con regularidad.

“Los huesos duelen”

Se tiende a pensar e identificar el dolor artrósico con “dolor de huesos”, sin embargo, los huesos no duelen. El tratamiento por lo tanto no sirve para aliviar inflamaciones o procesos reumáticos que no guardan relación alguna con la osteoporosis. Lo que sí que conseguirá será evitar que se produzca una fractura, evitando así el conocido “dolor de huesos”.

“No se puede cambiar el tratamiento”

A muchas personas les cuesta seguir el mismo tratamiento porque no se adecua a su ritmo de vida, consiguiendo con ello el abandono del tratamiento. Es muy importante hablar con el médico para conocer qué opciones existen y elegir la que más nos convenga.

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Consulta a tu médico qué tipo de tratamiento es el que más te conviene a ti: Vía oral (diario, semanal o mensual) o inyectable (trimestral o anual).