Todo argentino, de cualquier edad, ha degustado los panqueques tradicionales con relleno de dulce de leche. La masa de esta receta es sumamente sencilla y está compuesta por harina de trigo, huevo, leche y cualquier materia grasa que suele ser aceite neutro o mantequilla.
A diferencia de otro tipo o modalidad de receta de panqueques, los argentinos no adicionan azúcar, miel u otro edulcorante en la masa porque suelen estar rellenos de dulce de leche o arequipe y, por tanto, no lo requieren.
Hay que destacar que en Europa, en el resto de los países latinoamericanos o Estados Unidos a los panqueques argentinos se les conoce como pancake, hot cake, panqueques, crepes, filloas o fayuelos y estos son sin azúcar o miel en la masa.
Los rellenos varían tanto que daría para escribir un tratado y los hay dulces o salados. Cada país les incorpora helado, frutas, mermeladas, jaleas, sirope, crema batida, azúcar glas, canela, yogurt o combinaciones de uno o más de estos ingredientes.
Los hay también salados con infinidad de acompañantes como pollo, pescados, salchichas, jamón, queso, guisos, salmón, champiñones, espinacas con queso o atún y tantos como costumbres tienen los países o regiones.
La importancia de los panqueques en Argentina
Millones de argentinos a lo largo de los años han desayunado o merendado con panqueques de dulce de leche. Sin embargo, en la tendencia light o fitness han surgido variaciones de estos con recetas como los panqueques de harina de garbanzos, avena, almidones de arroz o de maíz que permiten adaptar la tradicional preparación a dietas o regímenes especiales de alimentación.
Pero, ¿cuál es la importancia de los panqueques en la cocina argentina? En primer lugar, hay que destacar que la gastronomía es una parte importante e intrínseca de la cultura de cada país. Cada nación posee una gran variedad de platos o recetas que no solo son del gusto de los connacionales, sino que conforman parte de su identidad.
Adicionalmente, la comida en cada país tiene un significado que responde al clima, los recursos disponibles y las costumbres, religión o creencias que determinan qué se come y qué no se come.
Por tanto, las naciones que tienen una enorme costa marítima, suelen tener platos o recetas con pescados o mariscos, mientras que las zonas montañosas y de huertas se inclinan por carnes del ganado de la región, aves, vegetales y frutas.
Los panqueques en Argentina son eso, identidad y parte de la gastronomía exclusiva de sus habitantes. Sin embargo, su valor nutricional va más allá y ofrece energía, minerales y vitaminas necesarias para empezar el día por lo que suele ser un desayuno muy común.
Esta comida tiene muchas más ventajas de las que se piensa en un principio. Es un error común pensar que, por tratarse de un postre, sus calorías pueden ser excesivas, pero esto no es del todo malo cuando se trata de desayunos, ya que el cuerpo viene de muchas horas sin energía y los panqueques son buena fuente de esta.
Los huevos y la leche, dos de las mejores fuentes de proteínas, son los ingredientes principales de las tortitas. La harina también es un componente clave.
Con el 20 y el 18% de las cantidades diarias necesarias, respectivamente, de fósforo y calcio, una ración hot cake es una fuente sólida de ambos nutrientes. Además, esta dieta ofrece hasta el 12% del yodo y la riboflavina que se necesitan cada día. Contiene, asimismo, magnesio, hierro, zinc, cobre, vitamina B6, tiamina, vitamina B-12 y niacina.
Recetas de panqueques argentinos light
1.- Panqueques argentinos sin gluten y con dulce de leche light
Para estos panqueques se puede usar harina de garbanzo, maicena, harina de arroz o de cebada, huevos, leche de vaca o de almendras (sirve cualquier leche vegetal) o agua y aceite de oliva para la mezcla y para pincelar la placa de cocción.
Se hace una crema homogénea con los ingredientes y se va colocando en una sartén antiadherente y cuando se vean burbujitas en la superficie se voltea hasta dorar por ambos lados.
Para estos panqueques va bien el dulce de leche sin azúcar. Para ello se coloca al fuego leche descremada o desnatada o leche de almendras y se le adiciona vainilla, edulcorante como stevia o miel, gelatina o agar sin sabor, un toque de bicarbonato de sodio y se lleva a fuego hasta que hierva y se deja enfriar. Se pueden acompañar con este dulce y/o frutas frescas.
Como estos panqueques no contienen gluten, que es la proteína del trigo, la masa es menos flexible que la que se hace con harina de trigo. Por tal razón deben hacerse más pequeños para poder manipularlos con la espátula más fácilmente.
2.- Panqueques de avena, banana, miel y maní
Esta receta es muy sencilla. Solo se necesita avena y un huevo y una banana por cada taza de este cereal, canela y una cucharada de cacahuete. Se procesa todo en la batidora y se cocina como se acostumbra a cocinar los panqueques.
Como tienen el dulce de la miel y las bananas, estos panqueques son muy nutritivos solos, pero pueden acompañarse con frutas o con el dulce de leche que se mencionó con anterioridad.
3.- Panqueques de calabaza
Esta receta es apta para veganos, intolerantes al gluten, la lactosa y a los huevos. Se mezcla una taza de calabaza cocida hecha puré, con una taza y media de maicena, miel y canela. Se bate todo y se cocina en una placa caliente.
Se le puede adicionar azúcar, miel o stevia, pero de igual manera, se puede aprovechar la dulzura de la calabaza y acompañar con frutas.
4.- Panqueques de arroz y chispas de chocolate
Se cocina el arroz en mucha agua hasta que quede muy blando. Se mete en la batidora con huevo o harina de garbanzos (que sirve de sustituto al huevo), maicena, vainilla y chispas de chocolate.
La mezcla debe quedar homogénea. La posibilidad de colocarle miel, stevia o azúcar queda a potestad de cada quien.
Estos se pueden acompañar de un sirope de chocolate que se hace derritiendo a baño María una barra de chocolate negro y una cucharada de mantequilla o aceite de maíz.
Otra receta de crema de chocolate se hace con una taza de cacao en polvo, una taza y media de azúcar, media taza de agua y canela en polvo. Se bate todo en la batidora y se lleva a fuego muy bajo. Cuando hierva se le añade una cucharada de mantequilla o manteca vegetal.