A veces, las enfermedades surgen sin motivo alguno. No podemos tomar medidas preventivas para evitarlas. Pero en muchas ocasiones los hábitos saludables ayudan a preservar la buena salud. Específicamente podemos cuidar y mejorar nuestra salud bucal y sexual. Estas dos aportan mucho bienestar familiar y social.
El dolor físico
Sonreír es señal de bienestar. Sonreímos cuando estamos en un entorno cómodo y familiar, cuando nos sentimos relajados y a gusto. Pero a veces hay factores que, como las enfermedades dentales, nos privan de exteriorizar una sonrisa. El malestar limita nuestra libertad de expresar emociones.
Hay enfermedades muy dolorosas, como la Pulpitis, el flemón y el dolor de muelas, que nos generan un sufrimiento constante y prolongado. Este tipo de enfermedades, que afectan a los nervios, nos roban cualquier tipo de disfrute. De ahí que debamos acudir con prontitud a los profesionales de la salud dental.
El dolor mental y emocional
No todo el dolor es físico, también existe el dolor psicológico. Este puede afectarnos mucho emocionalmente. La pérdida o el mal estado de las piezas bucales nos lleva a resistir el impulso de sonreír. Pensar constantemente en nuestra boca genera obsesión e inseguridad. Puede incluso que lleguemos a pensar que, al sonreír, seremos el centro de todas las miradas. Este tipo de pensamientos negativos nos puede llenar de miedos, y como resultado acabar alejándonos de todo acto familiar o social.
En la actualidad podemos beneficiarnos de los avances en la ortodoncia, y evitar situaciones dolorosas. La tecnología ha hecho posible mejorar los diagnósticos. Gracias a nuevas técnicas como el diseño digital de la sonrisa (DSD), se puede prever el resultado de los tratamientos y buscar el óptimo para cada tipo de boca y paciente.
Las prótesis también han evolucionado mucho con el paso del tiempo. El trabajo de investigación y desarrollo que se realiza en un laboratorio dental ha hecho posible que la oferta sea superior en cantidad y calidad. La incorporación de materiales como la resina ha mejorado la compatibilidad de los implantes y prótesis. Hoy día los dentistas disponen de muchas opciones para recuperar el equilibrio morfológico y funcional de la boca y cara de sus pacientes.
El bienestar sexual
El concepto de salud sexual hace alusión al buen estado y funcionamiento de los órganos que forman parte del aparato genital. El estudio de la salud en este campo lo realizan el/la urólogo y el/la ginecologo.
Ser conscientes de lo necesarias que son las revisiones médicas en este campo puede evitarnos enfermedades muy peligrosas, e incluso salvarnos de la muerte. Por ejemplo, el estudio precoz del cáncer mamario y ginecológico ayuda a detectar la enfermedad en su fase inicial. Gracias a esto podemos tomar las medidas oportunas para evitar que se propague y evitar una muerte segura.
Los problemas en un embarazo también se pueden evitar. Las nuevas máquinas, a disposición de la ciencia y la medicina, hacen posible ver ecografías en 3D y 4D. Este avance permite realizar un examen exhaustivo de la gestación del bebé. De esta forma se pueden detectar y evitar complicaciones a tiempo.
La salud sexual no es solo prevenir enfermedades. También lo es mejorar las relaciones íntimas. Asesorar a parejas que desean aumentar la familia es responsabilidad de ginecólogos y urólogos. El Estudio de la Pareja Estéril está enfocado en buscar la forma y momento óptimo de fecundación.
Para disfrutar de la vida es necesario tener una buena salud. Los profesionales de la medicina ponen a nuestra disposición sus conocimientos y tecnología, para evitarnos complicaciones y enfermedades que nos roben la alegría de vivir. Estar física, mental y emocionalmente sanos es posible.