Depresión

Tanto el estado depresivo como la depresión son fenómenos de nuestro organismo que derivan de la misma naturaleza. Su principal diferencia consiste en que el estado depresivo es una fórmula adaptada para afrontar las situaciones de la vida y conflictos de la misma, como pueda ser una ruptura de pareja, la muerte de un familiar o ser querido, la pérdida del trabajo, etc. Sin embargo, en el caso de la depresión, pese a que pueda ser semejante a los estados depresivos, se convierte en un proceso patológico, donde la fórmula adaptada de la que hablábamos anteriormente, trae consigo la incapacidad grave e indefinida para afrontar los momentos cotidianos de la vida.

Por qué caemos en la depresión 

A día de hoy, todavía no se ha podido demostrar ni saber a cierta exacta el porqué unas personas caen en depresión y otras no. Hace más de treinta años que se empezó a estudiar el porqué de esta cuestión, muchas teorías y comentarios que tratan de explicarlo sin que ninguna de ellas haya conseguido la respuesta definitiva. Pese a esto, parece ser que ha habido un acuerdo unánime al plantear que el posible origen de la depresión pueda ser derivada de múltiples factores. Un conjunto de posibles factores psicológicos y biológicos, junto a un entorno favorecedor, pueden conseguir que ciertas personas sean más propensas a padecer una depresión.

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Diferencias básicas entre la depresión y el estado depresivo 

El estado depresivo puede derivar de cualquier situación en la que exista un sufrimiento del tipo psicológico. Es natural y viene en nuestros propios genes el sufrir o sentir dolor y tristeza por la pérdida de algo que creemos importante para nosotros. Todo el mundo precisa de un momento a solas o acompañado para superar sus conflictos y duelos. Una de las mejores medidas que podemos tener en cuenta para evitar el estado depresivo es expresas nuestras emociones y no hundirnos ante nada ni nadie. Las situaciones que creemos controlar y preferimos reprimirlas en el silencio suelen venir acompañadas de estados depresivos, por lo que es conveniente hablar de los problemas que tenemos y exteriorizarlos, jamás callar y dejar pasar el tiempo. Sin embargo, la «cura» a la depresión precisa de múltiples acciones y factores, se puede afirmar que no tiene una fácil solución. En ocasiones, las personas depresivas sienten deseos de muerte o intentos de suicidio. La maduración de las emociones que conlleva cualquier conflicto queda bloqueado indefinidamente, consiguiendo aumentar la duración de las sensaciones de tristeza, desinterés por los demás y uno mismo, desesperanza e inapetencia.

Recuerda: Existen soluciones tanto para la depresión como para los estados depresivos. La persona afectada por esta patología deberá de aprender a cambiar sus pensamientos negativos de las cosas/personas por pensamientos positivos, así como aprender a crear nuevas estrategias para afrontar de manera alegre los problemas y ser capaz de expresas sus sentimientos y emociones.