Empezar a correr es, en muchas ocasiones, un suplicio para algunos. Es verdad que a la gran mayoría de las personas el correr nos cuesta: se nos cargan las piernas, nos cuesta respirar un poco, perdemos las ganas y nos desmotivamos. Todo aquel que haya hecho deporte alguna vez, no importa que sea fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo, o cualquier otro,  le será más fácil empezar a correr ya que está más acostumbrado al «sacrificio» que esto conlleva.

No vamos a entrar  en  los beneficios que nos puede aportar correr en una cinta. Si deseáis echarle un vistazo a un artículo muy interesante en el que nos explican algunos de sus beneficios, podéis entrar a la siguiente página.

Me voy a centrar en lo que me aporta a mi una cinta de correr.cinta de correr

1) Me mantiene corriendo 4 días a la semana. Hay días en que sólo puedo salir a correr a las 6 de la mañana o bien entrada la noche. Yo no soy el tipo de chico que le gusta correr solo por la calle durante la noche. Ir al gimnasio o correr en la cinta de mi casa me libera de esta preocupación, de lo contrario correr en el exterior en invierno sólo me da para 2 carreras a la semana (sábados y domingos). Y si hace una temperatura por debajo de cero grados (este invierno han habido muchos días que hemos estado a temperaturas bajo cero por la zona en la que resido), o corro en cinta o no salgo a correr, ya que en mi caso en particular me resulta imposible salir a correr a esas bajas temperaturas.

2) Puedo ver el ritmo al que voy en todo momento. Mientras corro con una aplicación que me dice que ritmo cada kilómetro, tengo que esperar 5 minutos más o menos para saber si voy tan rápido como yo creo, ya que soy bastante malo calculando esto. Hay días en que pienso, «Chico, hoy te sales en tus marcas», y luego compruebo que estoy corriendo a un ritmo de 5:40 el minuto y otras veces pienso, «¿Estás muy lento hoy eh?» Y acabo de hacer un kilómetro a 4:00. Conocer mi ritmo en tiempo real ayuda a mis piernas a «aprender»  a sentir cual es el ritmo más correcto para mi.

3) Me inspira a correr más. Si voy al gimnasio con un plan para correr a una velocidad de 10 Km/h y el chico o la chica de mi lado está corriendo a una velocidad de 12 Km/h y no parece que esté realizando un gran esfuerzo, entro en el juego y me empujo a mi mismo a correr más rápido y seguir aguantando el ritmo a lo largo de la carrera. ¡Oye, si ellos pueden hacerlo, yo también puedo!

4) Me ayuda a estar en forma. Cuando corro en una cinta tiendo a comprometerme un poco más porque estoy mirando a la televisión o a mí mismo en el espejo (no de una forma egocéntrica, sino de una forma tipo «¿Cómo estoy de forma física?»). Además, cuando hay un espejo tiendo a centrarme más en mis brazos, que también me ayudan a correr más rápido. Cuando corro en el exterior tengo una tendencia a mirar hacia abajo y abandono mis brazos, dos cosas que sin duda afectan a mi ritmo.

5) Me ayuda a esforzarme al final de mi carrera. No importa cuál sea el ritmo que haga o cómo esté de agotado, siempre hago un esfuerzo por terminar fuerte cuando estoy en la cinta. Hago el último minuto en la cinta más rápido. No importa lo que pase. En el exterior, dada mi confusión al ritmo al que voy, me resulta mucho más difícil realmente esforzarme al final. Mi diálogo interno durante el último minuto es algo como esto: ¿Estoy corriendo lo suficientemente rápido? Siento que voy rápido, pero tal vez no lo voy. Seguro que estoy yendo realmente rápido, así que probablemente no es necesario ir más rápido. ¿Todavía falta un minuto? Estimularme a mí mismo al final de mi carrera en una cinta me ayuda a comprender que casi siempre puedo dar más de lo que pensé que podría.

6) Si me quedo corriendo en casa, también trabajo en mis brazos o mis abdominales después de mi carrera. Confía en mí cuando te digo que el secreto para correr más rápido es tener unos brazos fuertes y una corazón fuerte. Cuando estoy reduciendo la velocidad durante una carrera o me siento agotado, reviso mi forma física (ver punto 4 ) y casi siempre encuentro que mis brazos están haciendo menos de lo que deberían o que mi postura no es la correcta.

Por último, quiero dejaros mi reflexión:

  • Tanto si quemas 100 calorías corriendo alrededor de tu vecindario o en el gimnasio, estás quemado 100 calorías.
  • Tanto si corres por la carretera, en un camino, por la montaña o en una cinta de correr, sigues siendo deportista.
  • Tanto si corres un kilómetro en 7 minutos o si corres un Kilómetro en 3.5 minutos, eres deportista.
  • Tanto si pesas 130 Kgs como si pesas 50 Kgs, siempre y cuando estés ahí afuera intentándolo, entonces eres deportista.

Animaros a probar el deporte en la cinta de correr. A continuación os dejo un enlace a la web donde compré yo la cinta. Es una Tienda de cintas de correr donde me ofrecieron un trato muy cordial y profesional puesto que me asesoraron y vendieron la más adecuada para el uso que yo le iba a dar. Cómo realices la carrera no importa, lo que importa es que tú continúes ejercitándote, que sigas tratando de empujarte a hacerlo mejor y que animes a otros a lo largo del camino.

Ya sabéis, una cinta de correr me ayuda a todo esto. Sencillamente increíble.