Este trastorno, también conocido como alopecia androgénica o calvicie común, produce la caída del pelo con un patrón definido. Actualmente, es la alopecia más conocida y la cual afecta a –nada más y nada menos- que el 50% de los varones mayores de 21 años. Pero no sólo queda aquí, la alopecia androgenética también afecta a las mujeres. Si bien es cierto, en éstas suele afectar a partir de los 30 años o durante los periodos de pre-menopausia o menopausia.
¿Cómo sé si tengo alopecia androgenética?
Normalmente, para diagnosticar si padecemos de este trastorno, será necesario que acudamos a nuestro médico especialista. Éste nos hará preguntas para conocer un poco más sobre nuestros familiares y comprobar si es posible que tengamos antecedentes. Además, nunca hay que descartar que la alopecia androgenetica haya aparecido a causa de otros trastornos capilares que esté sufriendo el cuero cabelludo.
Destacar además que no debemos confundir este trastorno con otros tipos de alopecia como puedan ser efluvio telógeno, síndrome de anágeno suelto, alopecia areata, efluvio anágeno o alopecia por tracción.
¿Por qué se produce?
Tanto en el caso de los hombres como las mujeres, este tipo de alopecia se produce debido a la miniaturización progresiva del folículo piloso. Este proceso sucede de forma espontánea y se inicia –normalmente- desde la adolescencia, debido al gran aumento de los andrógenos.
Aunque existan distintos tipos de andrógenos con actividades específicas, es la hormona dihidrotestosterona la que actúa con mayor frecuencia sobre los folículos.
Como normal general, el patrón de alopecia androgénica sobre la población masculina, varía desde las clásicas entradas, pasando por la pérdida de la zona media, superior y lateral. Sin embargo, en el caso de las mujeres, éstas no llegan a quedarse completamente calvas. Pero sí que afecta notablemente a la zona central superior, dejando entrever el cuero cabelludo.
¿Existe tratamiento?
A día de hoy, es posible encontrar distintos tipos de tratamiento. Eso sí, conviene consultar previamente con un médico, ya que algunos de estos fármacos únicamente funcionan en hombres, como es el caso de Finasteride. Los efectos secundarios de algunos de ellos son altamente peligrosos y no conviene tomarlos sin el pronóstico médico.
Haciendo un breve repaso a algunos de los tratamientos para alopecia, nos podemos encontrar con:
- Finasteride.
- Minoxidil.
- Pastillas de Placebo.
- Pasillas de anti andrógenos.
- Tratamientos quirúrgicos.
Como veis, existen distintas soluciones probadas y constatadas que consiguen paliar los problemas de pérdida de cabello. Desde aquí os animamos a que consultéis con vuestro especialista y que sobre todo, no creáis en los productos milagro.
Genial el artículo!! Totalmente de acuerdo contigo. Los tratamientos para la alopecia no deben utilizarse sin consulta previa y debemos evitar que la desesperación nos lleve a esos «productos milagro» que no pretenden más que engañarnos.
Un besote!!