Con las manos realizamos todo tipo de tareas y quehaceres, ya sea saludarnos, tocarnos unos a otros, manipular cualquier tipo de objeto, cocinar, etc. Es por ello por lo que conviene llevar una correcta higiene de nuestras manos tanto dentro como fuera de casa. En multitud de casos se tiende a creer que únicamente hay que lavarse las manos cuando se ve suciedad en ellas, esto es algo completamente erróneo, ya que existen multitud de gérmenes microscópicos imperceptibles para el ojo humano y que podrían causar enfermedades en nuestro organismo.
La gripe es una de las enfermedades más frecuentes que podemos padecer en esta época del año, debido entre otros casos al contacto entre personas. Por eso, tener las manos siempre limpias es, sin lugar a dudas, una gran barrera para evitar este tipo de contagio.
Ojo con los niños
No hay que olvidar que los más pequeños conocen su entorno a través de las manos y la boca, por ello, su contacto con todo tipo de bacterias es continuo. Conviene asegurarse de que se han lavado bien las manos antes de sentarse a comer, pero sobre todo, cuando vuelvan de jugar en el parque o del colegio.
Cremas de manos
Si normalmente sueles aplicarte algún tipo de crema de manos, debes de saber que se recomienda realizar un primer lavado y posteriormente aplicarse esta crema hidratante, puesto que si lo realizamos a la inversa, las manos se impregnarían de suciedad.
Consejos imprescindibles
Lavarse las manos Antes y después de:
- Cocinar
- Comer o dar de comer a otra persona
- Ir al servicio
- Tocar o curar una herida
- Tocar o cambiar el pañal a un bebé
- Acudir a un hospital o centro de salud
- Contacto con personas sensibles, como personas mayores, enfermas o mujeres embarazadas
Lavarse las manos Siempre después de:
- Tocar animales, plantas, basura, etc
- Estornudar, toser o sonarnos la nariz
- Contar o manejar dinero
- Viajar en transporte público
¿Cómo debo lavarme las manos?
Lo primero y fundamental, humedecer nuestras manos con agua tibia, seguidamente echaremos jabón y lo repartiremos bien por las dos manos, pero recordad, siempre alejándolas del agua. Frótalas durante al menos 20 segundos, insistiendo en el espacio de los dedos, si lo deseas puedes frotar debajo de las uñas, pues es aquí donde se deposita mucha suciedad. Finalmente, nos aclararemos las manos con abundante agua y las secaremos con una toalla limpia. Si por alguna razón no disponemos de jabón o agua, podremos usar toallitas higiénicas.