La importancia de la higiene bucal es algo conocido por la mayoría de las personas. Sin embargo, al igual que es importante tener hábitos de higiene bucal, también lo es hacerlo con moderación, en cantidades y frecuencias adecuadas.

Esto es así porque el exceso de higiene bucal -los excesos, casi todos en realidad- termina siendo contraproducente, ya que tanto los dientes poseen de una capa natural protectora -que se pudiera eliminar con el exceso de cepillado- como las encías, al ser tejido blando, acabarían también acusando cualquier tipo de daños.

Por eso, lo mejor es saber establecer hábitos saludables y adecuados, tanto en periodicidad como en constancia.

Principales hábitos para el cuidado dental

  • El cepillado diario: al menos dos veces al día -una al levantarse, otra después del almuerzo- es lo que recomiendan los profesionales para la mayoría de las personas. Agregar una tercera antes de dormir también pudiera reportar beneficios.
  • Enjuague o hilo dental: no son alternativos entre sí, pero sí es cierto que muchas veces se tiene uno, pero no el otro. Utilizarlos a diario puede asegurar una higiene completa, ya que el enjuague bucal protege de manera más efectiva a la boca completa, y el hilo dental llega a lugares en los que el cepillo dental no podría entrar.
  • Visitas al dentista: visitar un profesional dentista en Córdoba es una necesidad, pero también es un hábito que debe ser considerado para la higiene bucal. Y es que no importa qué tan bien se cuiden los dientes, contar con un profesional que brinde consejos, que corrija cualquier pequeño problema o que, al menos, garantice que todo está bien, es lo que al final se traduce en una salud bucal completa.

¿Cuáles son los excesos más conocidos en la higiene bucal?

Hay muchos tipos de personas en el mundo, pero cuando se habla de la higiene bucal se pudieran resumir en tres tipos:

  • Los que son muy descuidados con la higiene bucal.
  • Los que están en el estándar, en los hábitos seguros y confiables.
  • Y los que utilizan en demasía los consejos de cuidado diario y los exageran.

Estos últimos, aunque en teoría están haciendo un bien, puesto que están cuidando sus dientes, sus encías y boca, están provocando problemas porque los excesos pueden acabar siendo contraproducentes. Los excesos más comunes también son tres:

  • Cepillado constante: constante -en cantidad de veces por día- y muy fuerte, sin aparente delicadeza. Contrario a lo que muchas personas piensan, no por cepillarse 10 veces al día la boca estará más limpia que por hacerlo 3; ni tampoco por cepillarse más fuerte, la boca quedará más higiénica. De hecho, esto último puede llegar a ser muy peligroso.
  • Abuso de productos: el enjuague bucal es uno de los aliados importantes para la higiene bucal. Sin embargo, es un producto que se suele recomendar para antes de dormir y, en ocasiones muy específicas, para esos casos en los que se requiere de una limpieza en los dientes y no se tiene posibilidad de cepillado. No es un producto pensado para utilizar varias veces por día -salvo que lo indique un profesional para algún tratamiento específico-.
  • Tratamientos estéticos poco confiables: si algo se ha puesto de moda en las redes sociales y en las prioridades estéticas de muchas personas, es el blanqueamiento dental. Pero no necesariamente el blanqueamiento llevado a cabo por profesionales de la salud dental, sino la necesidad de blanqueamiento a secas, del que se abusa tanto en el procedimiento -que pudieran no ser los más innovadores y por ende no son los más seguros- como en la cantidad de veces que se realiza -no se recomienda hacerlo más de una vez por año, bajo ningún concepto-.

Los dientes totalmente blancos, de hecho, no suelen asociarse realmente con un concepto de salud bueno, ya que las piezas dentales de cada persona tendrán una coloración específica de acuerdo a cada una de ellas. El secreto que realmente funciona es visitar periódicamente al dentista -al menos 2 veces por año.