Una vez lo hemos asimilado, es cuestión de barajar todas las opciones que tenemos a nuestra disposición para elegir el tipo de ortodoncia que más nos convenga. O que mejor se adapte a nuestras necesidades, tanto económicas como dentales.
La ortodoncia metálica sigue siendo la más elegida por todos
Podemos encontrar diferentes tipos de bracket en Barcelona, y es que con el avance de las tecnologías, incluso a nivel dental tenemos muchas opciones donde elegir más allá de los tradicionales “hierros”. El primero que vamos a encontrar en cualquier clínica dental a la que vayamos son los clásicos brackets metálicos, pues es una opción tradicional, económica y muy eficaz. Ofrecen una gran resistencia y un precio asequible, aportando grandes resultados en todos los pacientes, y en la actualidad se han puesto incluso de moda. Son sin duda los más elegidos en todas las clínicas dentales, por ser los más clásicos y los que existen desde que se crearon las ortodoncias en general.
Aportan como principal ventaja su gran resistencia con respecto a otros tratamientos. Además pueden pegarse tantas veces como sea necesario si llegan a caerse o se rompen y son sencillos de limpiar. Por último, el tratamiento es mucho más corto con que con otros brackets. Es decir, siempre han sido motivo de burlas, pero hoy en día eso ha ido cambiando, hasta tal punto que se ha creado una especie de tendencia de moda al llevar brackets metálicos. Por lo que ahora realmente no será tan necesario tomar la decisión en base a las opiniones estéticas a no ser que nuestro trabajo nos lo requiera, por ejemplo.
Otras alternativas de brackets además de los metálicos
Podemos encontrar brackets de zafiro y de porcelana, que también aportan una gran resistencia y durabilidad. Además de su funcionalidad, que es muy superior a la del resto de opciones. Eso sí, la principal desventaja es su elevado precio frente a los metálicos por ejemplo. Los cerámicos en cambio son también muy resistentes y tienen un precio mucho más ajustado que los de zafiro.
Otro tipo, quizá menos conocido, son los de resina de policarbonato y de plástico, cuya principal ventaja es la estética, aunque no son recomendables para tratamientos largos pues con el paso del tiempo el color va variando por el simple hecho de comer. Otra desventaja es que son mucho más quebradizos que el resto de opciones, aunque son más económicos. Todo ello va a depender realmente de nuestras necesidades reales, así como de las económicas, siempre con un mayor presupuesto vamos a conseguir tener la ortodoncia casi invisible, para no sufrir durante el tratamiento.
El bracket tradicional es el que siempre ha existido. Pero ahora con la ortodoncia estética vamos a poder conseguir excelentes resultados pero con el mínimo impacto estético. También existe una clara diferencia de precio, como es obvio por los diferentes materiales que se utilizan para cada uno. Cada vez es más frecuente que se prefiera las ortodoncias invisibles para conseguir tener una mejor sonrisa, sin tener que padecer complejos durante el proceso, así se consigue no perder la autoestima y poder sonreír sin complejos. El resultado va a ser el mismo: corregir la posición de los dientes, así como la mordida para evitar el desgaste dentales. No deberemos preocuparnos, la duración del tratamiento es prácticamente el mismo para estos brackets estéticos en comparación con los metálicos. Y es funcional en adultos y adolescentes, por lo que es apto para todos. La mejor alternativa es esta, así vamos a corregir nuestra dentadura, alinear nuestros dientes y a largo plazo hacer que luzcan perfectos a pesar de todo.