Las adicciones más conocidas
La adicción más conocida y más fuerte está relacionada con el abuso de las drogas. Las más conocidas por su poder adictivo son la heroína, la cocaína, el éxtasis y el cannabis. Por lo general, estas drogas llevan a acelerar el ritmo cardíaco, perder la noción de la realidad y aumentar la presión arterial.
Aunque el cannabis es legal en ciertos países, hay que recordar que tiene que ser usado bajo prescripción médica, ya que un consumo no controlado puede llevar a importantes trastornos.
Otra de las adicciones más conocidas es el alcohol, una sustancia que crea adicción pero es legal, y su uso es habitual y muy difundido a través de la publicidad en las redes sociales. Sin embargo y cuando todo escapa de las manos, la persona no puede tener autocontrol de lo que hace, ya que el alcohol puede causar problemas físicos y emocionales, principalmente.
En la actualidad hay otras conductas que pueden degenerar en un abuso de comportamiento, siendo el caso de la adicción al sexo, a internet, la comida, las compras, el ejercicio y el juego, a esta última se le conoce como ludopatía.
Cualquier tipo de comportamiento que sea compulsivo y que la persona no pueda controlar, es por lo tanto, una adicción.
Cada caso es un tema individual, por ejemplo, hay individuos que pueden tener problemas simultáneos con el alcohol, el juego y la pornografía. En otros casos se puede tratar de sustancias que puede prescribir un médico y que pueden crear adicción, es decir, se trata de productos que son legales pero de los que se abusa en su uso.
Las consecuencias
Aunque las consecuencias son similares, hay algunos efectos que son más determinantes para una sustancia. Como ejemplo de lo anterior está la adicción al alcohol, con serias consecuencias físicas y mentales, y que son muy distintos a los efectos de la ludopatía, la cocaína, etcétera.
¿Qué puede ayudar en estos casos de adicción? Acudir a un centro especializado en estos temas, como reinservida.es, es muy importante, ya que las personas con adicción y sus familias pueden conseguir una solución mediante un modelo adaptado a las necesidades particulares de la persona.
Es importante que en estos centros, la estructura sea profesional, con objetivos fijados a corto, medio y largo plazo.
Idealmente, estas instituciones, que están dedicadas al tratamiento de conductas adictivas, deben trabajar desde diversos planos, como la psicoterapia individual, un programa dedicado a la familia y hacer un seguimiento terapéutico desde un enfoque holístico, donde se puedan trabajar desde distintos ámbitos de la vida que pueden estar fuera de control.
Es importante que el paciente pueda aprender técnicas que le puedan ayudar a sobrellevar el estrés y ser consciente sobre el comportamiento al consumir ciertas sustancias.
¿Cuáles son algunas de estas etapas del tratamiento? Tiene que haber una desintoxicación, a través de la cual se sigue un estricto control médico y de los medicamentos que ayuden a dejar la adicción.
Las etapas son generalmente tres: la primera es la deshabituación, en la cual todavía el paciente cuenta con recursos limitados y está aprendiendo los mecanismos para que reconozca que tiene una enfermedad, y por lo tanto, tome conciencia de su situación.
La etapa de rehabilitación, el paciente aprende a gestionar y se desarrollan estrategias para enfrentarse a la vida sin necesidad de consumo de una sustancia o pastillas. Y finalmente está la etapa de consolidación y seguimiento, en la que es importante la asistencia a programas de un plan de acción en caso de recaídas.