Esta infección, que se forma en la raíz de las pestañas, origina una molesta inflamación del parpado, provocada por una bajada de defensas, provocada por el estrés o por una dieta desequilibrada.

La infusión de tomillo

El tomillo es una de las plantas más recomendadas a la hora de prevenir y hacer frente a esta infección bacteriana, gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Para ello, añade una cucharada a un vaso de agua hirviendo, dejar reposar un par de minutos y filtrarlo. Mojando una gasa y aplicándola sobre el orzuelo hasta que se enfríe. Si se tiene constantemente un orzuelo, es conveniente limpiar el borde del párpado con una gasa húmeda cada día.

Gel de Áloe Vera

Aplicar sobre el orzuelo calor seco, ya que mitiga el dolor. Acto seguido, extiende sobre la zona abultada un poco de gel de áloe vera, de doble acción antibacteriana y antiinflamatoria.

La Eufrasia cuida los ojos delicados

Si los ojos son tu punto débil, eres propenso a los orzuelos, te pican con frecuencia, se te enrojecen, etc. harás muy bien en introducir Eufrasia en tu botiquín de mano. Hierve una cucharada de esta planta, considerada como el mejor reparador ocular, en 250 ml de agua durante unos 3 minutos, y coloca las gasas sobre los parpados cerrados hasta que se enfríen.

frambueso

Como última opción, recurrir al Frambueso

Debido a su efecto astringente y antiinflamatorio, lavar el párpado afectado con un conocimiento de hojas de frambueso, es un recurso al que no se le resienten ni los orzuelos más duros y difíciles de quitar. Antiguamente, para acelerar el drenaje de los orzuelos se preparaba un ungüento con las flores majadas de este arbusto mezcladas con miel.