Dulce, sin calorías y sin efectos secundarios, utilizada en muchos países desde hace cientos de años, aunque desconocida en Europa hasta hace bien poco.

¿Qué es la Stevia?

Nos encontramos ante un arbusto que tiene su origen en Paraguay, conocido por los indígenas guaraníes desde tiempos ancestrales. Lo denominaban Ka ´a He ´ë,  algo así como hierba dulce, y la utilizaban, sobre todo, para endulzar sus infusiones.

Historia de la Stevia

Desde un primer momento la Stevia no llamó precisamente la atención de los colonizadores europeos, por lo que durante muchos años sólo la utilizaban las tierras de Sudamérica. No fue identificada por un europeo hasta finales del siglo XIX.

En 1887, Moisés Bertoni, un botánico y naturalista suizo, se desplazó hasta Paraguay donde descubrió las propiedades de esta planta. Años más tarde y junto a la ayuda del químico Ovidio Rebaudi consiguieron aislar los dos principios activos de la Stevia: el Steviósido y el Rebudiósido.  Como pequeño homenaje a estos dos hombres, el nombre científico que recibe la planta es Stevia rebaudiana Bertoni.

Actualmente es utilizada como edulcorante en muchos países de Sudamérica y Asia, en especial Japón, donde la planta fue introducida a mediados de 1970 por el botánico Tetsuya Sumida. Sin embargo en Europa el uso de la Stevia como edulcorante fue aprobado en 2011 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.

Dulce y saludable

Quizás este sea el mejor punto de la planta, y es que contiene una sustancia natural que es 15 veces más dulce que el azúcar de mesa, y su extracto 200 veces más. A diferencia del azúcar de caña o la remolacha,  el edulcorante natural no tiene calorías, evitando con ello riesgos a las personas con problemas de sobrepreso, diabetes o caries. Los comprimidos de este edulcorante se convierten en una opción ideal para endulzar nuestras bebidas como el té o el café.

Sus propiedades y ventajas frente al azúcar

Resulta una gran alternativa para todas aquellas personas que quieren controlar el consumo de azúcares, ya sea porque tienen problemas con el sobrepeso o cualquier tipo de desorden metabólico.

Como edulcorante es perfecto para todos aquellos a quienes les gusta cuidarse con una alimentación más natural y saludable.

Ya se ha empezado a estudiar otras aplicaciones que en un futuro podrían aportarnos grandes beneficios para la salud, como mejoras de las funciones gastrointestinales o la reducción de la ansiedad por comer.