La salud de las articulaciones debería ser una preocupación también para las personas más jóvenes puesto que, con el paso del tiempo, su desgaste es inevitable y las molestias terminan manifestándose a partir de los 40 años o incluso antes, según las actividades desarrolladas. De acuerdo con el grado de deterioro de las articulaciones, se pueden experimentar algunas dificultades importantes para levantarse, sentarse, caminar o masticar. Y es que, las articulaciones están presentes en todo nuestro cuerpo: en las manos, pies, columna, caderas, codos, mandíbula, tobillos, etc.
Como una de las proteínas más importantes del cuerpo, el colágeno es una de las substancias esenciales para mantener el buen funcionamiento de las articulaciones. Formado por una hélice triple de aminoácidos que forman las fibras de sustentación del cuerpo, el colágeno está considerado como la proteína más abundante del cuerpo humano, encontrada en la piel, en los huesos y cartílagos y en la constitución del tejido conjuntivo.
¿Cuál es realmente la importancia del colágeno para las articulaciones?
Los cartílagos de nuestro cuerpo están formados por un 70% de agua. El 30% restante está compuesto por células responsables por la síntesis de las proteínas del colágeno y elastina, lo que favorece la formación de arcos de sustentación que tienen la función de ayudar en la absorción directa de impactos sobre los cartílagos.
Además de sustentar los cartílagos, el colágeno ofrece resistencia a la piel, a los músculos, meniscos, ligamentos, venas, arterias y tendones. También favorece la elasticidad de los tejidos y es el responsable por la distribución de fluidos en vasos sanguíneos. En definitiva, el colágeno es una parte importante de diversas funciones del cuerpo humano y necesita estar en equilibrio para garantizar su buen funcionamiento.
El colágeno y las rodillas
Aunque el colágeno sea una sustancia presente en distintas articulaciones del cuerpo, lo cierto es que son las articulaciones de la rodilla las que más sufren con su desgaste. A ello se debe, principalmente, la realización de ejercicios físicos sin las precauciones adecuadas, una actividad que puede dejar secuelas incluso en las articulaciones más jóvenes. La debilitación del colágeno provoca rozaduras entre los huesos, que generan importantes molestias y un fuerte dolor articular. Asimismo, el deterioro del colágeno aumenta las probabilidades de sufrir traumatismos y lesiones.
El dolor en las rodillas es uno de los principales síntomas de la carencia de colágeno en las articulaciones. Para evitarlo, los especialistas recomiendan una dieta saludable, basada en alimentos que puedan aportar substancias para ayudar a las células en la producción de colágeno.
¿Cómo proporcionar colágeno al organismo?
Nuestro organismo cuenta con células cartilaginosas que se encargan de la fabricación del colágeno. Sin embargo, a partir de los 30 años, su producción se reduce considerablemente en alrededor de 1% al año, por lo que es recomendable reponer esta proteína con el consumo de algunos alimentos como carnes rojas, pollo, huevos, pescado, pollo, leche, yogur, queso o leche. Lo ideal es que estos alimentos sean combinados con otros que favorecen la absorción del colágeno, en concreto, los que tienen vitaminas A, C y E en abundancia, los que son ricos en cobre, los que contienen selenio, silicio y zinc.
Como puede resultar muy complicado cumplir rigurosamente con todas las indicaciones de la dieta, también se aconseja el consumo de suplementos de colágeno hidrolizado. Además de ayudar a reponer el colágeno, algunos suplementos de esta proteína también están indicados para tratar el dolor, como el Colágeno en capsulas Bioactivo Tipo II de Bonflex, que mantiene intacta la capacidad de estimulación del sistema inmunológico. Los suplementos de colágeno son la respuesta ideal para prevenir las lesiones, así como para acelerar la recuperación y tratar el dolor en las articulaciones.
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