Lo que hacemos justo después de hacer ejercicio es tan importante, sino más, que el propio ejercicio realizado. ¿Te has parado alguna vez a pensar si es correcto lo que haces después de hacer ejercicio?
La mayoría de veces, después de hacer deporte, ir al gimnasio o realizar alguna actividad física pensamos que nos merecemos un buen plato de comida, o que necesitamos dormir como lo hacemos diariamente, cuando en realidad esto es totalmente falso. Esta afirmación es muy común entre las personas que realizan grandes esfuerzos físicos.
Ignorar las necesidades del organismo en la mayoría de ocasiones nos lleva a cometer errores como estos:
Bebida deportiva sin necesidad de ella
A menos que el ejercicio realizado sea muy intenso (ejercicio muy intenso es considerado un ejercicio realizado durante mínimo una hora a un alto nivel de desgaste), el cuerpo no pierde los suficiente electrolitos como para tener que recuperarse ingiriendo una bebida deportiva. El mejor líquido para recuperarse después de realizar ejercicio es el agua.
Excederse en las comidas y las cenas
Quemar muchas calorías no es una justificación para comer un plato de comida basura para cenar, la dieta con unas energías y grasas determinadas son la mejor combinación para el deporte. Si después del ejercicio te lanzas a por un plato repleto de grasas, e hidratos perderás todo lo conseguido durante el ejercicio. Es tan importante la realización del ejercicio como la dieta en las comidas.
El snack antes de ir a dormir
A todos nos da un poco de hambre por la noche antes de irnos a dormir, y erróneamente saciamos nuestro apetito con dulces, snacks u otros alimentos con muchas grasas y muchas calorías. Si se tiene un antojo antes de irse a dormir, se puede saciar con snacks saludables o con una pieza de fruta como por ejemplo, una manzana.
No dormir lo suficiente también cansa
Después de haberse alimentado correctamente, es muy importante descansar por la noche. Durmiendo bien, entre siete y nueve horas, recuperarás la energía gastada durante el ejercicio, y tu cuerpo producirá altos niveles de la hormona del crecimiento, una hormona clave para crecimiento y los músculos.